Dependencias del castillo.

zzzzz. De repente Ral despierta de un salto con sudor frío sobre la cara.

* ¿Qué ha pasado? *

- Una pesadilla, había soñado que desaparecían todas las mujeres del mundo...Uff....Oye Grado, ¿damos un paseo?

* Claro, pero dejame estirar las alas *

- La gente se asustaría si te viera, ¿qué tal si me prestas tus alas?

* Eso si es buena idea *

Ral se apoya en la ventana, de repente de las partes azul brillantes de la espalda surgen alas.

- ¡Allá vamos!

Dicho ésto, desplegó las alas y surcó el cielo, marcando una sombra por la radiante luz del sol...

Ral entra por la ventana con una chica desnuda en brazos...

- ¡Yhasako! ¿Tienes ropa?.- dije intrigado mientras estaba apoyado en la ventana...

Observó aún desde los brazos de Ral a la chica que dormitaba en aquella estancia.

- Hola...- dije timidamente, alzando la mano en forma de saludo.

Ral deja a la chica en el suelo y se sienta a mirar en la ventana

- G-gracias..

Se acercó al armario algo abrumada por la repentina situación. Se quedó mirando el armario y al final cogió un conjunto azul celeste claro de falda y top. Se lo puso, todavia mirando extrañada las prendas.

- Me llamo Eneya, encantada de conoceros ^^- dijo sonriendo tímidamente.

- ¡Vamos Yhasako dejame que la vea!.- dije hinchando los mofletes

- S-si.. - dijo un poco bajo. La verdad es que nunca pudo conocer de donde venía, ya que desde que tenía uso de razón se encontraba en aquella celda.- De donde vengo, no lo se...- dijo algo triste

- ¡Vamos, alégrate! .- dije bajando de la ventana.- ¡Ahora estás fuera! ¡Además tu sombra seguro que te apoyó mientras estabas encerrada!

Mantuvo el semblante triste, recordando las escasas conversaciones con Gaira, que le habian servido para conocer su nombre y poco más.

- Bueno.. he hablado un poco con él... pero no ha servido para mucho...- dijo mientras miraba el suelo.

Se acercó a la ventana, observando todo lo que la ventana mostraba. No pudo reprimir una exclamación de sorpresa

- Vaaaayaaa!! Que bonito!! *o* - dijo, apoyandose en el alféizar de la ventana.

- Bueno...ah...se me olvidaba...Mañana el rey quiere vernos, Yhasako...-volviendo la cabeza.- ¿Te acompaño a tu cuarto, Eneya?

Se giró hacia Ral.

- De acuerdo...

Se encaró hacia Yashako y le hizo una pequeña reverencia.

- Encantada de conocerte otra vez

- ¡Adelante!.- empezó a andar dando grandes zancadas...

Empezó a andar detrás de Ral, dejando atrás la habitación de Yashako.

- Y para qué os quiere ver el rey?- preguntó curiosa, ya que al estar encerrada y aislada del resto no tenia ni idea de lo que se encontraba fuera.

- ¡Nos quiere ver porque salvaremos al mundo! ¡Sobre todo yo: el gran Ral-sama!.- dije orgulloso parandome delante de una puerta...- Este es tu cuarto, el mío es el de aquí al lado, para cualquier cosa me llamas.- me acerqué y le susurre.- Ten cuidado con Yhasako.

Dicho ésto, me dirigí a mi cuarto

- De acuerdo, muchas gracias - dijo, y sonrió agradecida. Con la ultima frase de Ral se extraño.- Que quieres decir con... - no pudo terminar la frase, ya que Ral ya había entrado a su habitación y decidió hacer lo mismo. Una vez dentro de su habitación se sentó en la cama, encogiendo las piernas y rodeandolas con sus brazos, apoyando la cabeza en las rodillas. La verdad es que no estaba cansada ya que en la celda había tenido el tiempo suficiente para descansar.

No se habia dormido, absorta en sus pensamientos, y dió un leve respingo al escuchar la puerta. Se levantó de la cama y la entreabrió, observando a Yashako.

- Hola ^^- dijo, y abrió la puerta lo suficiente como para que Yashako pudiese pasar. - Pasa si quieres ^^

En ningún momento olvidó la advertencia de Ral, pero tampoco creía que Yashako pudiese hacer nada malo...